
Un corazón que latebajo las bóvedas
La iglesia abacial de Le Vigan-en-Quercy es más que bella. Habla. A través de un recorrido sonoro envolvente, las piedras cuentan la historia del lugar y sus gentes. Entrará con curiosidad y saldrá conmovido. El sonido guía la mirada, las palabras sacan a la luz lo invisible. Una experiencia íntima, alejada de las visitas convencionales.
Un verdaderoLa vida en el pueblo
Aquí no hay decoración fija. Los niños juegan en las callejuelas, el café abre sus persianas por la mañana temprano. Es esta forma de vida sencilla y sincera la que confiere a Le Vigan su discreto encanto. Ni mucho ni poco. Lo justo para sentirse bien.
Alrededor, la vida transcurre tranquilamente. El lago acoge a familias, pescadores y paseantes. Se pueden seguir los senderos sombreados que llevan hacia la Bouriane. El paisaje es suave, entre bosques y prados, ideal para pasear, correr o no hacer nada. Le Vigan-en-Quercy es un lugar para vivir a su ritmo.
