
Un pueblo que vive
En Salviac, la vida del pueblo no es sólo una imagen. Está ahí, en la plaza, en torno al museo, en el tintineo de las copas en la terraza. Hay un verdadero tejido local, servicios, asociaciones y una escuela. Nada extraordinario, salvo quizás esta normalidad viva que sienta bien.
Un patrimonioQue abre
Entre las paredes del Museo del Patrimonio Agrícola y del Automóvil, podrá descubrir las herramientas, las historias y los gestos de antaño. Una memoria compartida, sin nostalgia. Así es Salviac: honrar el pasado sin dejar de avanzar. La iglesia, las casas antiguas y las fuentes cuentan una historia sencilla pero profundamente arraigada.
Alrededor, la Bouriane en todo su esplendor. Bosques, senderos, miradores. Caminantes, ciclistas de montaña, corredores de trail y senderistas encontrarán una gran variedad de rutas tranquilas. Aquí, los paisajes no se revelan de golpe. Se revelan poco a poco.
