Unas gotas de aceite de nuez bastan para realzar una ensalada de cabecous o un mique caliente. Combina a la perfección con nueces trituradas, pan Croustilot o un chorrito de miel, para obtener sabores equilibrados y típicamente locales.
En combinación con foie gras o carnes como el magret de pato, aporta una sutil profundidad, sin dominar en ningún momento. Auténtico y expresivo, el aceite de nuez es un buen complemento para las mesas de Quercy y Périgord.