El foie gras se presta a numerosas combinaciones gastronómicas, y cada región le da su propio toque. En las regiones de Quercy y Périgord, se sirve sobre una rebanada de pan Croustilot ligeramente tostado. También combina bien con la trufa negra, en escamas o en virutas, para una armonía intensa.
Una copa de vino dulce o almibarado sublima sus sabores. Servido simplemente o en una receta, el foie gras sigue siendo un símbolo de la región, para degustar lentamente, con respeto y placer.