La miel puede utilizarse tanto en platos dulces como salados. Rociada sobre un cabécou caliente, utilizada para glasear una pechuga de pato o como toque final sobre una rebanada de pan Croustilot, equilibra los sabores suavemente.
También es ideal para acompañar el foie gras o para aromatizar un adobo. Producto de carácter y de productos locales, tiende un puente entre la cocina cotidiana y los manjares refinados. Tanto si se toma a cucharadas, como si se utiliza como aderezo o en la cocina, la miel sigue siendo un ingrediente esencial para los placeres sencillos.